Últimamente no hago más que ver gente que se casa.
En mi entorno cercano, amigos,conocidos, fotos en Feisbuk, blogueras que andan preparando su boda o incluso por la tele y he llegado a la conclusión de que yo también me quiero casar.
Además quiero casarme haciendo bodorrio, es decir, fiestón con trece horas de barra libre, mi padre vestido de centurión romano, moño estilo Marge Simpson (alto al infinito) y uno de esos vestidos de sirena que hacen tipazo.
Estas ansias casorias que me han entrado de repente os las cuento a vosotros en secretillo, porque en la calle me las doy de moderna y predico que el matrimonio es solo un papel, un paripé, puro trámite, blablabla... y es cierto.
Estoy totalmente de acuerdo con que una boda es más una fiesta que otra cosa, que no es necesario firmar nada para compartir tu vida con la persona que quieres y que el amor se demuestra cada día, no te quieres más por llevar un anillo en el dedo.
Vale, me reafirmo en estas ideas, pero a mí me hace ilusión casarme y punto.
Cuando pienso en mi boda ideal me la imagino con todos los topicazos posibles: playa de fondo, damas de honor, paseillo al altar (siempre he dicho que no me quiero casar por la iglesia pero eso explícaselo a mi famiglia católica apostólica y romana, verás lo que te dicen) coktail tropical, menú contundente de esos que luego no te puedes ni mover, discursos emotivos, lanzamiento de ramo, y toda la peña bailando el "follow the leader" cubata en mano, vamos, un planazo.
Hasta aquí todo correcto, el único inconveniente que le veo a mi idea desposoria es que me falta lo principal: el novio.
Creedme que le mercao está muy mal y yo lo intento. Desde que mi ex y yo lo dejamos, lejos de renegar del amor, sigo en busca del hombre de mi vida pero no encuentro ninguno que me guste (ganas de emparejarme si, desesperación y conformismo, no)
Si la cosa sigue así veo que acabaré siendo carne de esas páginas que te buscan novio de las que he renegado siempre.
Bueno, de momento creo que voy a seguir buscando a mi ÉL, por mi cuenta, no tengo ninguna prisa.
A la próxima pueblerina que me diga:
-"Te voy a poner una vela a San Antonio, !que se te va a pasar el arroz!"
tendré que explicarle que ahora hacen un arroz que no se pasa y que con 30 años me quedan aún muchas paellas por comerme...